viernes, 28 de noviembre de 2008

“Scioli no escucha a los de abajo”


Por Tomás Eliaschev

La inseguridad se cobró una nueva víctima. No se trata de una persona que sufrió un robo, sino de Martha Arriola, la subsecretaria de Niñez y Adolescencia que se alejó del gobierno de Daniel Scioli por estar en total desacuerdo con su idea de bajar la edad de imputabilidad.

Formada en el catolicismo de base, en el peronismo militante y en la educación popular, su discurso se opone firmemente a los planteos de “mano dura”. Tanto es así que el miércoles 12 de noviembre participó de la marcha contra de la criminalización de los niños frente a la Casa de Gobierno bonaerense. Después de renunciar a su cargo “por principios”, Arriola recibió a Veintitrés en su casa de la periferia platense, donde la inseguridad acecha en todas las esquinas.

–¿Por qué dejó el cargo?

–No por despecho o venganza, como dijeron algunos medios con términos machistas: esto es política pública. Fundamentalmente, renuncié porque fue una irresponsabilidad y un dato falso la cifra que el jefe de policía Daniel Salcedo soltó al aire: que por año hay un millón de delitos cometidos por pibes. Este dato lleva a la conclusión de que el problema de la inseguridad es que los menores delinquen. Ahí había dos ceros de más: los delitos no superan los diez mil, de los cuales más de la mitad son contra la propiedad, lo que habla de la naturaleza del problema, que es fundamentalmente la exclusión social. En el año, hubo 65 delitos graves cometidos por pibes de menos de 16 años. Fíjense qué universo absolutamente posible de trabajar. Pero ciertos medios lo amplifican de manera tremenda.

–¿Hay distintas posturas en el gabinete de Scioli?



–Hay una disputa política entre el área de Seguridad, a cargo de Carlos Stornelli, y la nuestra, el Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Daniel Arroyo. Pensé que se podía generar allí un polo más progresista que recuperara los sueños del pueblo bonaerense de tener mejores condiciones de vida. Hasta ahora.


–¿Cuándo cambió de opinión?

–Un punto de inflexión fue la conferencia en la que Scioli habló de bajar la edad de imputabilidad, con Arroyo sentado en la misma mesa. Yo no había sido consultada ni informada, siendo titular del área. Lo vi por televisión, en un bar, y me quedé helada.

–¿Cuál era su plan para mejorar la situación de los menores?

–Apuestas como el Programa de Integración Comunitaria, un plan de impacto masivo que va al rescate de los pibes que “hacen esquina”. Proponemos la creación de muchos grupos de diez pibes acompañados por tres educadores populares. La clave del rescate es el cuerpo a cuerpo. Esto es una gesta: una tarea de técnicos y militantes, de organizaciones comprometidas con los pibes, un ejército de compañeros y compañeras, cuadros, educadores populares. Los pibes nos piden a gritos presencia del Estado.

–¿El programa empezó?

–Todavía no, aunque lo entregamos en abril. Arroyo firmó la resolución en julio y me dijo que el recurso –unos 27 millones de pesos– estaba. La apuesta era que el dinero saliera antes de diciembre. Todavía tengo la expectativa de que salga. Me comprometí ante más de 120 intendentes que así iba a ser. Si no sale, espero que se le tiren al cuello a Arroyo.

–¿Tuvo más trabas?

–Innumerables. En los institutos se trabaja en una situación muy precaria. Mucho pibe, poco espacio físico, poca gente trabajando. Para este año esperábamos 120 designaciones, de las seiscientas que se requieren para cubrir todo el sistema –no sólo institutos, sino también los centros de referencia que trabajan medidas alternativas a la privación de la libertad–, y se hicieron unas cuarenta. Esto es un incendio. Necesitamos celeridad y un ente autárquico que dependa directamente del gobernador.



–¿Qué piensa de las detenciones por el crimen del ingeniero Barrenechea?

Es poco claro que los detenidos sean los autores del hecho. Han aparecido versiones muy fuertes de que han sido golpeados y hasta torturados para confesar.

–¿Y de la fuga de uno de los detenidos?

–De nuevo, los últimos episodios de fugas son muy confusos. En 72 horas hubo situaciones llamativas que a veces ocurren en los cambios de gestión. Desestabiliza dejar salir a chicos. Genera que se diga “esto no está funcionando bien, hay que encerrarlos más, reforcemos, pongamos más policía”.

–¿Qué hay que hacer con un pibe menor de 16 años que mata?

–La primera intervención es el aislamiento. Si cometió un delito grave, el pibe está impactado fuertemente y es necesario tomar una medida extraordinaria: “abrigarlo ” por treinta días para trabajar con él, con su familia y con su entorno. La mayor cantidad de veces son pibes con problemas de adicción, que inhalan pegamento o consumen paco.


–¿Ahí interviene el Ministerio de Salud?

–El sistema de salud pública de la provincia no tiene dispositivos para trabajar con pibes con problemas de adicción: ni uno. Pese a lo que habíamos acordado con el ministro de Salud Claudio Zin, fuimos infinidad de veces con pibes en crisis de adicción a las guardias de hospital y no los reciben, o no saben cómo tratarlos.

–¿Qué sensación le queda con el gobierno?

–Una profunda decepción con el ministro Arroyo y con el gobernador. Hay responsabilidad en no escuchar, no poner la oreja en el pueblo pobre de la provincia. Está muy bien que haya ido a poner el cuerpo frente a la muerte tremenda del ingeniero. Nosotros repudiamos el crimen y nos solidarizamos con su familia. Acompañamos a las víctimas de clase media, alta y de clase popular: la muerte no tiene clase. Pero el pueblo habla de mil maneras, nos dice todo el tiempo lo que quiere, cuáles son sus sueños. Scioli escucha el rumor, la ola que viene por la inseguridad: la gente en la calle, las víctimas de San Isidro… pero no escucha lo otro, que viene de abajo, y es más profundo. Si lo escuchara, las decisiones serían otras.








2 comentarios:

Anónimo dijo...

dejan de ser menores y sus privilegios del mismo,se terminan,cuando toman por propia desicion cometer todo tipo de crimen,roban matam,violan,toman en sus manos las vidas de otros.lo mas divino en esta vida,la vida misma,(pero son menores impugnes)y los derechos de las victimas donde qedaron!!que contradiccion!!defendiendo que valores,que principios,antes de que tenga algun inocente que pagar el precio,espero los legisladores cambien la ley,o sera ud el proximo?

Anónimo dijo...

Ud. cree que metiendo presos a todos los chicos la cosa se soluciona?, no todos los chicos son delincuentes.

En fin, igual no se preocupe, la sociedad argentina si no los mata la policía los matará el glifosato, no se haga problemas....

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