sábado, 28 de febrero de 2009

Empresas sabotean estudios sobre transgénicos-Artículo del New York Times


Por Andrew Pollack del New Yorkt Times.



Monsanto, Syngenta y DuPont no permiten el uso de plantas en investigación independente

Agricultores que compran semillas modificadas han sido impedidos de proporcionar muestras a científicos, dice informe enviado a la agencia

Andrew Pollack Del "New York Times"

Empresas de biotecnologia estan impidiendo a científicos independientes investigar la eficacia y el impacto ambiental de plantaciones geneticamente modificadas, afirma un informe encaminado al gobierno estadounidense por un grupo de 26 investigadores de universidades.

"Ninguna investigación independiente puede ser conducida de forma legal en muchos temas críticos", escribieron los científicos en la declaración presentada a la EPA (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos), que está recogiendo opiniones para pautar una serie de encuentros científicos que realiza en esta semana sobre transgénicos.

La declaración probablemente dará fuerza a los críticos de esas plantaciones, como grupos ambientalistas que desde hace mucho se quejan de que los transgênicos no han sido lo suficientemente estudiados y que podrían tener consecuencias inesperadas a la salud y al ambiente.

Los autores del nuevo manifiesto, especialistas en insectos del maíz, no divulgaron sus nombres porque temian ser cesanteados de las investigaciones por las empresas. Pero varios de ellos estuvieron de acuerdo en dar entrevistas con sus nombres.

El problema, dicen los científicos, es que los agricultores y otros compradores de semillas geneticamente modificadas tienen que firmar un acuerdo para garantizar que honrarán los derechos de patentes y las regulaciones ambientales. Pero los acuerdos también prohíben el cultivo de las semillas para su investigación.


Permiso negado

De esta forma, mientras los científicos de universidades pueden comprar libremente pesticidas o semillas convencionales para sus investigaciones, no pueden hacer lo mismo con semillas geneticamente modificadas.

En lugar de eso, deben solicitar autorización de las empresas de semillas. Y, muchas veces, el permiso es negado o la empresa insiste en rever las conclusiones antes de que puedan ser publicadas, afirmam los investigadores.

Estos acuerdos son problemáticos desde hace muito tempo, pero los científicos dijeron que lo hacen público ahora porque sus frustraciones se fueron acumulando.

"Si las empresas pueden controlar la investigación, ellas pueden esconder posibles problemas que aparecerían en cualquier estudio", dice Ken Ostlie, profesor de la Universidad de Minnesota, un o de los científicos que firmaron la declaración.

Lo mas sorprendente es que los científicos que hicieron la protesta -la mayoria de ellos pertenecientes a universidades con grandes programas en agrociencias- dicen no ser opositores del uso de la biotecnologia.

Mientras, dicen, la asfixia provocada por la industria sobre las investigaciones hace que ellos no puedan ofrecer información para los agricultores sobre la mejor manera de cultivar.

Y, afirman, los datos proporcionados a los órganos reguladores del gobierno estan siendo "indebidamente limitados". Las empresas "tienen el potencial de maquillar los datos, a la información que se presenta a la EPA", afirma el entomólogo Elson J. Shields, de la Universidad Cornell.


Los acuerdos de Syngenta con los agricultores no sólo prohíben la investigación en general sino también dicen que un comprador de semillas no puede comparar un producto de la empresa con cualquier otro cultivo rival.

El Dr. Ostlie, de la Universidad de Minnesota, cuenta que hasta el año 2007 tenía permisos de de tres empresas para comparar la eficadia de su maíz resistente a los inesctos.

Pero en 2008, Syngenta, una de las tres empresas, retiró su permiso y el estudio tuvo que detenerse.

"La empresa decidió que no era de su interés dejar que la investigación continuara", afirmó.

Chris DiFonzo, una entomóloga de la Universidad Estatal de Michigan, dice que cuando ella realizó estudios de los insectos, evita entrar en los campos con cultivos transgénicos porque su presencia pondría al agricultor, en violación con los acuerdos y estuvieran sujetos a posibles procesos.



Original en inglés:

Andrew Pollack del New Yorkt Times.



Después de ésto es difícil creerles a los que defienden los transgénicos, si las investigaciones son totalmente monitoreadas por las empresas...




Si quiere envíenos la traducción de la declaración y una revisión del artículo (le falta algunas partes que no encontré la traducción) a:

ppirataargentino#gmail.com
(reemplacen # por @)

0 comentarios:

Publicar un comentario