viernes, 24 de julio de 2009

Piratas de ayer y hoy- Escrito por Frei Betto


Fuente Correo y Ciudadanía.

Son aterradoras las noticias sobre piratas en la costa de la Somalía. Para mi, es casi como encontrar, hoy, a dinosaurios en plena Amazonia. Piratas eran, hasta ahora, legendarios personajes de mi infancia. En carnaval, disfrazados o no de piratas (pañuelo de seda roja en la cabeza, parche en el ojo negro y espada de madera), cantábamos alegres la famosa canción de carnaval de 1947: "Yo soy el pirata de la pata de palo / del ojo de vidrio/ de cara de malo..."

De repente, las noticias de que, en pleno siglo 21, hay piratas de verdad atacando grandes embarcaciones en el litoral de Somalía. es Homero quien, en la Odisea, cita por primera vez ‘pirata’, término que deriva del griego ‘asaltar’.



Entre los siglos 16 y 18, los piratas infestaron los mares del Caribe. La actual Isla de la Juventud, en Cuba, era conocida como Isla del Tesoro y fueron escenario de varias historias de aventuras. Alli los piratas escondían sus botines.



¿Todos los piratas son bandidos? El historiador norteamericano Marcus Rediker, en el libro Villains of all nations (Villanos de todas las naciones), describe las dramáticas condiciones en que trabajaban los marinos ingleses en los siglos pasados. Vivian en un infierno fluctuante, tratados como esclavos. Quien se rebelara azotado como nuestro João Cândido, el "almirante negro" de la Revuelta de la Chibata (1910). Los reincidentes, eran lanzados a los tiburones; los sobrevivientes, recibían salarios de hambre.



Los marinos fugados de la inhumana marina de sus majestades se hicieron piratas y crearon, en contraposición, "otra marina posible": abolieron la tortura, relizaron elecciones para sus comandantes, compartían entre todos el botin. Mientras ellos asaltaban navios, la marina europea saqueaba países - en Asia, en África y en América Latina. La historia de nuestro continente que lo diga...



Según Rediker, los piratas, que acogían a bordo esclavos africanos para liberarlos, implantaron "uno de los planes más igualitarios para la distribuición de recursos que había en todo el mundo, en el siglo 18".



Somalía entró en colapso en 1991 y, desde entonces, sus nueve millones de habitantes viven en situación de miseria. La costa del país es utilizada por las naciones metropolitanas como basurero de la chatarra nuclear. Junto a la basura atómica, otros tipos de desechos han sido lanzados al mar de Somalía, causando enfermedades en la población, como erupciones de piel, nauseas y bebes con malformaciones. Después del tsunami de 2005, muchos presentaron síntomas de radiación. Murieron cerca de 300 personas. Innumerables navíos europeos saquean la pesca del litoral de Somalía. Por año, cargan de alli toneladas de atún, camarón y langosta.



Asi, los "piratas" somalíes – que se autodefinen "Guarda Costera Voluntaria de Somalía" - son pescadores afectados en sus derechos y en busca de alguna compensación frente al saqueo y a la contaminación de suas aguas por naciones europeas. en entrevista al diario The Independent, Sugule Ali, uno de los líderes de los "piratas", declaró: "no somos bandidos del mar. Bandidos del mar son los pesqueros clandestinos que saquean nuestros peces."



Johann Hari, columnista del diario inglés, se pregunta: "¿Por qué los europeos suponen que los somalíes deberían dejarse morir de hambre pasivamente por las playas, ahogados en la basura tóxica europea, y asistir pasivamente a los pesqueros europeos (entre otros) pescando lo que, después, los europeos comen elegantemente en los restaurantes de Londres, Paris o Roma? Europa no hizo nada durante mucho tiempo. Pero cuando algunos pescadores reaccionaron y se entrometieron en el camino por el que pasa el 20% del petróleo del mundo, inmediatamente Europa despachó para allá sus navios de guerra."



En el siglo 4 a.C., un pirata preso fue llevado ante la presencia de Alejandro, el Grande, que indagó si él pretendia transformarse señor de los mares. El hombre respondió cual era su intención: "La misma que usted, haciendose señor de las tierras; pero, como mi barco es pequeño, soy llamado ladrón; y usted, que comanda una gran flota, es llamado de emperador."



Y hoy, ¿quién es el principal ladrón?



Frei Betto es escritor, autor de "Gusto de Uva" (Garamond), entre otros libros.






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